Categorías: Bienestar
Por Marisol Oliva.
@verdepormarisololiva
Ya llevas meses de ser constante con tus buenos hábitos; jugos verdes, verduras en la comida, agua en lugar de jugos y refrescos, un día o dos a la semana sin carne, una buena racha de ejercicio y meditación, pero se acercan las vacaciones y todos soltamos el cuerpo.
Sí, admito que en las vacaciones caigo en la tentación de dormir más tarde (también mis hijos), de bajar el nivel de exigencia en cuanto a comer a comer sano en casa, las salidas por el postre, además, ya no es necesario comer deprisa para llegar a la clase de baile o natación y esto es parte de disfrutar de la vida. El vivir sin prisas, sin pendientes, sin tener que levantarnos tan temprano, sin tareas o proyectos, y todo lo que conlleva el día a día. Pero tampoco queremos perder lo que llevamos ganado y más si tanto nos costaron estos cambios positivos a nuestro nuevo estilo de vida.
Entonces, ¿qué podemos hacer para no desviarnos tanto de nuestro camino hacia la salud que llevamos recorrido?
1. Toma un vaso de agua tibia por las mañanas
De todos nuestros nuevos hábitos, habrán unos más fáciles de mantener que otros. Por ejemplo, es fácil y muy sencillo tomarte un vaso de agua tibia por las mañanas en ayuno, incluso un vaso con agua y limón con un poco de sal de mar. ¡Listo! Te tomó menos de 2 minutos. Tal vez en estas vacaciones podrás intentar tomar vinagre de manzana orgánicoen ayunas. Checa como lo acepta tu cuerpo.
2. Practica algún deporte con tus hijos
Están los niños en casa, buen momento para meterlos a un curso de verano donde puedan practicar algún deporte que no tuvieron oportunidad mientras tenían clases. Lo importante es que hagan (ellos y tú) algo de ejercicio para que tu cuerpo no recaiga. En los lugares donde hay brincolines enormes (tipo Jump In o SkyZone), también tienen clases para adultos. Toma la clase y llévate a tus hijos de pasada. Otra opción y aprovechando que la ciudad está algo desocupada es llevarse las bicis a algún parque.
3. Lleva un snack saludable
Si decides salir a pasear con la familia, es buena idea llevarse siempre un snack saludable y no recurrir a las tentaciones del Circle K, OXXO o 7 Eleven. Unas buenas opciones saladas son; nueces de la India, pistaches, tostitos de maíz orgánicos, pepitas o semillas de girasol y opciones dulces; nueces de macadamia, almendras, manzanas, dátiles y fruta deshidratada.
4. Carga tu propia bebida hidratante
No olvides salir con tu agua, en botellas de vidrio con protección o en botellas de acero inoxidable para prevenir consumir la toxina y hormona sintética BPA que se genera al calentarse el plástico. En lugar de comprar bebidas energéticas llenas de colorantes, saborizantes sintéticos entre otros, puedes hacer tu propia bebida hidratante; agua con limón, pizca de sal y de bicarbonato con un poco de miel.
5. Cocina con tus hijos
También, durante las vacaciones es buen momento para involucrar a tus hijos en la cocina. Esta comprobado que al tener participación en la elaboración de la comida, los niños estarán mas propensos a probar platillos y alimentos nuevos. Aprovecha y enséñales a comer champiñones o chucrut y ya después irán por un helado.
6. Consume postres saludables
¿Y si en estas vacaciones en lugar de dejar los postres por completo, intentas probar algo sano y deliciosos, como las almendras con chocolate amargo? Igual y te conviertes en fan del chocolate amargo. A mi antes no me gustaba, pero desde que lo fui incorporando a mi vida, ahora me pasa al revés, pruebo un chocolate comercial y me empalaga muchísimo. Y qué tal los helados hechos a base de plátano congelado, ¿los has intentado?
7. Intenta no despertarte después de las 8 a.m.
Estamos tentados a guardar nuestra alarma unos meses en el cajón, pero lo ideal es no exagerar con eso de levantarse tarde y tratar de abrir los ojos a una hora decente. Nuestro cuerpo tiene un orden natural de descanso y recuperación que sólo sucede de 10 p.m. a 7 a.m. Al desvelarnos rompemos ese ciclo y nuestro cuerpo no se recupera como debe. ¿Qué sucede? Esa falta de sueño se traduce en falta de energía que se convierte en querer recuperar esa energía con carbohidratos. Eso sucede cuando no dormimos lo suficiente. Y aunque pensemos que al despertar a las 10 a.m. estamos recuperando sueño, no es así. Sólo buscaremos recompensar con papas fritas, galletas, pretzels, pan, entre otros. Evita este ciclo y trata de no despertarte después de las 8 a.m.
Existen muchas maneras creativas de compensar lo ya ganado sin tener que irnos al extremo de “no voy hacer absolutamente nada más que ver tele”. Aunque este plan suene a las mejores vacaciones, tu cuerpo y tu mente lo resentirán. Además te costará más trabajo regresar a tu cuerpo fit y rutina saludable. Lo importante es que sea algo divertido para ti y tus hijos.
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